El titular del periódico, especialista en amarillearlo todo o casi todo, busca tanto por su tamaño, como por su formato, el máximo impacto visual y visceral, llamando a la complicidad del subconsciente colectivo de una sociedad en estado de shock económico.
Es verdad que el consejero delegado de Inditex o el CEO de Mercedes Benz, con un balance a gestionar de vértigo y unos volúmenes en cifras de negocio delirantes, puede que no estén cerca, ni mucho menos de semejante cifra. Por no hablar de la responsabilidad en gestionar plantillas, que, en algún caso, son mas numerosas que los habitantes de la provincia de Ávila.
La clave es, si la parte pagadora había basado su compromiso de pago en un estudio económico por medio del cual esperaba generar unos ingresos, mas elevados y suficientes, que permitieran el pago de lo pactado mas el margen de beneficio correspondiente. Parece, solo lo parece, que la situación financiera del FC Barcelona, da a entender que, de haber habido tal presupuesto o previsión, esta no se ha cumplido ni de lejos. Como alguien podría justificar esta mala situación al tsunami que la pandemia ha creado, seria fácil la explicación valorando el coste y los ingresos del contrato solo en los ejercicios donde existía la tan añorada normalidad.
Quizás, el FC Barcelona, tan atomizado en otras cuestiones extradeportivas y muy proclive a la promulgación de comunicados de apoyo o de rechazo, este tardando, en informar a sus socios, simpatizantes y a la opinión pública en los parámetros o supuestos económicos en los que se basó para firmar este contrato y el resultado final del mismo.
A lo mejor nos dejan boquiabiertos y ha sido una gran inversión o una gran invención, lo veremos.
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