Los últimos años de gobierno en la Generalitat, se resume en: incapacidad y falta de proyecto, con daños relevantes a la economía y las prestaciones sociales. El retroceso es visible en cualquier indicador al margen de la opinión o tendencia. Con estos antecedentes, sorprende y mucho, la campaña de ERC, que parece como ese viajero que llega a deshora y no encuentra habitación, ni en hoteles, ni pensiones. Su propuesta de reeditar el gobierno actual sumando a la CUP, es una desesperada sobreactuación, sumar a la extrema izquierda, con una derecha casi extrema y xenófoba, es la pirueta mas alocada posible, quizás tanto, como el inédito cordón sanitario a un partido socialdemócrata, único en el occidente democrático europeo.
ERC, da en Madrid lecciones de coherencia a los demás, que se ha saltado a la ampurdanesa en Barcelona. Se ha sentado en un gobierno, que no gobernado, con episodios neurológicos como Torra, si embargo, vio llegar el apocalipsis final, cuando Sánchez buscó la adhesión al pacto presupuestario de Ciudadanos.
El independentismo le ha hecho a Vox la mejor campaña posible, oscureciendo las trampas y el vacío intelectual de su candidato, mientras sus colegas de gobierno en otras autonomías, ni están ni se les espera.
Ha habido tres pretendientes al Palau, que han utilizado un tono mas mesurado y razonado, usando una argumentación que en algún momento ha llegado a ser solida, algo para enmarcar, y que debería ser una herramienta para tejer acuerdos y desescalar de la idiotez y la nube toxica.
El problema puede ser que ni por separado ni por acercamiento, tengan el protagonismo que debieran.
Illa, Jessica Albiach y Angles Chacón.
No hay comentarios
Publicar un comentario