Mira que se ponen dignos y rimbombantes los Pere Aragonés, su prior (Oriol Junqueras) y el resto de la banda, ¡lo tienen que saber!, no son nadie, tan solo mindundis y pagafantas de la paranoya calculada del quinto Beatle que desde su cavern per la república de Waterloo, sigue cortando el bacalao, el fuet y la butifarra. Lo que no somos capaces de entender algunos, es donde radica el poder omnímodo del chico del flequillo beat y sobre todo, donde nace la leyenda, porque al verlo y escucharlo, nadie se imagina, ni comprende, la adición de sus adeptos y fans.

 El ultimo espectáculo, del que fue un respetable edificio (parlament), ha consistido en realizar una tragicomedia en forma de pleno de investidura, cuando la funcionaria del Estado y presidenta, lo convocó, para dejar al rimbombante candidato al pie de los caballos y este ha cosechado un notable ridículo, con toda la pompa habitual.

La burbuja de la política está cada vez mas alejada del suelo, donde transcurre la vida de los demás,  en el caso del baile de mascaras catalán, roza lo delirante, El síndrome de Estocolmo que padece el partido del candidato (ERC) respecto al noi del pop, es sencillamente incomprensible e inapropiado para un partido que dice ser de izquierda, y que debería rechazar la subordinación a esa derechona mesiánica y encapsulada en su propia y única realidad.

Mientras en la cavern de Waterloo, con su guitarra, disfruta, mientras tararea...