El actor Toni Cantó, lleva un monólogo aprendido, que recita con donaire de ofendido y haciendo constar su minoritaria soledad ante el aparato intransigente de la dirección del partido que lamenta abandonar y que consigue repetir, con prodigiosa exactitud, al pie de la letra, en cada partido que va dejando atrás. Eso sí, haciendo acto seguido amago de volver a la farándula, que es su profesión, como si alguna vez la hubiera abandonado.
¿Cuál es su merito para que venga a Madrid y nos lo cuelen en una lista electoral?, ¿Qué podemos esperar del que fue látigo inquisidor del partido al que intencionadamente ahora se ha arrimado, dejando a Arrimadas?, un verdadero misterio intangible, no lo sabe ni él, ni nadie.
Para mas “inri” y por precaución, lo han colocado en el quinto lugar, por aquello que no hay quinto malo, veremos, si la cosa va bien, actuará, si se pone fea, habrá monólogo, fijo.
No hay comentarios
Publicar un comentario