La Vida de Bryan

La vida política en España tiene paralelismos innegables con diversos géneros teatrales, en general, la política lleva años en cartelera, con un desentonado sainete, faltón y sin gracia alguna, excepto para los actores principales y los de la clá, (los que aplauden). En el caso de Madrid, nos hallamos inmersos, desde hace tiempo, en un momento verbena tumultuosa y chabacana, mientras en Cataluña tocan varios palos, desde la película coñazo de arte y ensayo, hasta la comedia disparatada, made in Monty Python, según.

En las última elecciones en Cataluña, activaron, mascarillas, epis, protocolos y cautelas, y la jornada salió airosa de las muchos contras que se dibujaban y con unos resultados apurados por la baja participación, que en todo caso, dormitan en la quietud de un parking de larga duración. 

Esta convocatoria era consecuencia directa de una grave crisis e incapacidad de dos socios de gobierno, irrespirable, situación que han decidido prorrogar de común desacuerdo hasta al menos hoy, día de San Jordi.

Dos meses y pico después de aquella jornada y en plena crisis sanitaria y económica, sencillamente la más grave de la historia moderna, Cataluña sigue sin gobierno. Una entidad privada, con animo excluyente y de lucro, el llamado, Consell de la República y su caudillo-fundador, tienen bloqueada la composición del gobierno y esto es aceptado resignadamente por una mayoría de los diputados electos del parlament. El objetivo del chantaje es: desde la comodidad de una alta y confortable barrera, dictar el como y los tiempos a un gobierno  obediente, dejando al posible presidente democráticamente elegido como un mero objeto simbólico o de ariete rompedor, según convenga.

Este modelo funcional es un tocomocho de libro, al sentido y esencia de la democracia, y en las antípodas de cualquier código de buenas practicas democráticas, afirmándose en esos márgenes tan peligrosos que corren por una Europa contaminada por la filosófica orbita de Putin y sus satélites de repúblicas ex soviéticas. 

¿era esta la filosofía de la anunciada república?

Pues, solo les  falta el No-Do.