La salida de la prisión-pensión de LLedoners, se parecía más al túnel de vestuarios del Nou Camp, con la muchachada animándose antes de encarar un segundo tiempo complicado que la anticipada libertad de unos reos, actuación forzada y poco natural.
Este nuevo tiempo que se avecina en Cataluña, va a necesitar de un hábil guion y diálogos inteligentes que eviten el reiterado abuso que se produce de continuo en la segunda temporada, de esas series de Movistar, que, para ganar recorrido y duración, nos les queda otra que retorcer los argumentos y forzar situaciones inverosímiles y poco creíbles.
El problema de partida, es que el final de la temporada 1, fue desastroso y no dejo satisfecho a casi nadie y mira que tuvo audiencia.
Soy de los no inteligentes que lo sabe, y trata de remediar este hándicap. Dura pelea, ¡¡palabra!!
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