Jean-François Champollion, hizo fama y no poca fortuna, gracias a su prodigiosa mente, capaz de descifrar los códigos mas cabrones y retorcidos creados por el hombre: los jeroglíficos de las pirámides egipcias.
Este guaperas francés, tuvo suerte al nacer en 1790, ya lo creo, si su madre hubiera roto aguas, digamos, 200 años más tarde, su carita no aparecería en Wikipedia, ni de coña. O, ¿hay algún consumidor pagano tan memo de creer que hubiera sido capaz de poner en claro el recibo de la luz y su tarificación?
En casi todos los negocios y en muchas ocasiones, cuando los costes de producción suben, estos no se repercuten en su totalidad al cliente final, existe un riesgo de perdida de negocio por precio o competencia, salvo que seas una compañía eléctrica o una petrolera, en cuyo caso, le repercutes todo, todo y todo, ¿a que competencia van a ir los clientes?
Al gobierno, ¡¡por fin!!, se le ha encendido la bombilla, seguro que de madrugada y se propone poner una luz de bajo consumo al final del recibo, y así acotar la injusticia de un capitalismo de alta tensión dopado hasta las cejas por un inaceptable oligopolio(*) eléctrico, que en sucesivas descargas mensuales, nos estaba electrocutando a todos.
Sea por sensibilidad, justicia social o sencillamente para defenderse de los perversos efectos que el IPC podría seguir creando en las cuentas públicas, ¡¡se hizo la luz!!
*)OLIGOPOLIO: Situación del mercado en la que el número de vendedores es muy reducido, de manera que controlan
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