Lo verdaderamente curioso del duelo Casa-Ayuso, no es la trifulca en si misma, sino la enorme inseguridad y miedo que destila la postura de amado Leader del PP, respecto a asegurar sus “habichuelas” en el futuro.
El problema de Casado es que, si no gana las próximas elecciones generales, solo le quedaría dos años de paro y presenciar la entrada en Génova 13 de la apisonadora de Ayuso arrasando con todo.
Casado, que aupó a Ayuso a la presidencia de la comunidad y esta le respondió arrasando en las siguientes elecciones, ahora le ningunea la opción de heredar la presidencia de un partido en Madrid, que gasta más en abogados y procuradores que nadie.
Casado no le ve claro.
Soy de los no inteligentes que lo sabe, y trata de remediar este hándicap. Dura pelea, ¡¡palabra!!
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