Más allá de la mentira

La verdad se mancilla impunemente, con un detestable regusto por quien le retuerce el alma, en una estudiada saña cotidiana que en realidad es  un persistente tratamiento prescrito por quienes persiguen la insensibilidad social ante la mentira y el crédito sin limite a todo lo hiperbólico y exagerado.

Hay determinados periódicos y emisoras de radio, voceros sin más aunque ellos se vistan de periodistas, que se han convertido en el manual de instrucciones, el vademécum de toda la derecha española,  y que hace un par de días resaltaban entusiasmados en grandes titulares la cerrada ovación y los vítores que había cosechado un diputado tránsfuga navarro, que desde la tribuna, sede de la soberanía popular,  manipuló el verdadero relato de forma mentirosa y torticera, pretendiendo convertir  la noticia de la cesión  a la policía foral de Navarra de las funciones, hasta ahora desempeñadas por la guardia civil de trafico, en un acto miserable propio de las mentes mas abyectas.

 Este individúo, llegó a apelar a los muertos por ETA, ante lo que el denominó traición gubernamental, por echar a “toda” la guardia civil del territorio foral.

Ni se va toda la guardia civil y el acuerdo para ceder a la policía autonómica las competencias de trafico, fue aprobado, hace casi veinte años, por el presidente Aznar y el presidente foral de aquellos años, que era el líder de Unión del Puello Navarro, partido de donde han echado a este personaje, que pese a todo es diputado. Nadie recuerda semejante andanada de bilis en contra de aquella decisión, ni había por qué.

Decir que el presidente del gobierno quiere meter a toda la oposición en la cárcel es una enorme mentira y una soflama indecente, que busca encontrar odio y enconar, tan indecente y maloliente como las dos mujeres, una concejal de Ciudadanos y una diputada de Vox, que podría parecer que solo han dado brillo al machismo mas tabernario para atacar a la ministra de Igualdad, pero me temo, han ido más allá, y han aplicado la vieja técnica fascista de intentar, como sea, destruir y aniquilar al adversario político, eso si utilizando la libertad y la democracia, en la que estas señoras no tiene cabida posible.