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AYYY MACARENA (Olona)





 



Macarena Olona hizo ayer una puesta en escena, tan poco innovadora, como pueril. Pese a ello, aun no tengo claro si encaja más en el victimismo a tope, modelo Ayuso, (todos me persiguen y van a por mi) o en el juguete roto ultra (yo les di todo y ahora me repudian).

 

Pudiera parecer que el modelo pena, penita, pena, esta más correlacionado con el merchandising de ayer, no olvidemos el tramo final, puro Netflix, donde luce el cruel desgarro, según ella, y muestra el lado acido y corrosivo de una vida marcada por un padre multi-adicto que la abandona, para evitar más dolor y sufrimiento.

 

En todo caso, su intervención se vio pausada, por largos silencios de telenovela pretendidamente reflexivos y de búsqueda interior, pero al final ella misma, magistralmente conducida por el presentador, ha quedado al pie del ridículo, cuando con la hemeroteca dando la nota, la inserción de varias de sus antiguas bacanales de odio y populismo en el congreso de los diputados Vs. su nuevo look de derechita razonable, solo pueden demostrar una de estas dos cosas:

 

1º Miente, ahora, en su nueva reencarnación a lo Mariquita Pérez, como un milagro divino propio de la evolución espiritual más virulenta y elocuente de la historia. 

El decorado de su nuevo rostro más dulce, sonriente y sin rasgos de crispación aparente, se ensombrece con  las grietas que el maquillaje no es capaz de borrar, en el momento que el presentador la condujo a temas tan trillados y de tan poco recorrido como el golpe de estado de 1936 o la ley de memoria histórica.

Que difícil resulta creer, a alguien que después de haber reprochado a quienes propusieron y avalaron esta ley; “el querer ganar ahora lo que perdieron con las armas”, se nos ofrezca como una ciudadana llena de amor y ternura por esas familias a la espera de saber de sus antepasados y esté dispuesta, con pico y pala en mano, a buscar por cunetas y baldíos, los restos de quienes son, desde décadas y más décadas, una muestra de la poca vergüenza y dignidad que tenemos como sociedad democratita. 

 

2º Dice la verdad, ella es así, educada, amable y hasta razonable y muy admiradora de Julio Anguita, aquel comunista amigo de Aznar. Entonces, la pregunta que surge de las gargantas resecas de quienes nos hemos quedado con la boca abierta desde anoche es: ¿aquella loba que lanzaba dentelladas y enseñaba los colmillos como un animal cuajado de inquina, odio y hambre de vísceras era en realidad un muñeco parlanchín al que Santi Abascal daba cuerda cada mañana de pleno?

¿ella en esos momentos era como Doña Rogelia, que solo movía sus labios pero que el tropel de bazofia que salía por su boca no llevaba su sello en realidad? 

 

Cielo santo, ¿Cómo pudo permitirlo, toda una abogada del estado, que presume de principios solidos y de una experiencia vital permitir tan burda utilización?

 

Por ultimo, ella dijo estar dispuesta a liarse España en la cabeza, si se lo piden los españoles, no quedo claro, de cuantos españoles estamos hablando, pero por si acaso, habrá que rogar a quien corresponda que a nadie se le ocurra pedirle nada a esta mujer.


 ¡¡ni la hora!!

 

 No la vayamos a liar.

Muy de tu rollo

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