TITO BERNI(E) Y LA TABERNA DE MOE´S

La corrupción en la política española es como el almacenamiento del agua, si no sé impermeabiliza bien, termina habiendo fugas. 

A estas alturas de la democracia, ya no nos deberían sorprenden las practicas corruptas, tan chabacanas y zafias como la del exdiputado canario, traen recuerdos añejos, quizás por ciertas similitudes en las fotos, al escandalo de aquel director general de la Guardia Civil, Luis Roldan, haciendo el ridículo en calzoncillos, pre-boxer,  a lo Homer Simpson.

Tampoco extraña que los corruptos, sean mayoritariamente hombres, al fin y a la postre son los más proximos al dinero, el poder y con más testosterona expansiva, y poca o nula sorpresa que el tan cacareado tejido empresarial español, se deje tan fácil y meta el hocico en el pesebre con tanta facilidad y gusto. 

En estos casos siempre aparece la repugnante figura del soplón, y en esta ocasión, el tipo en cuestión llamado  “el intermediario”,  tiene un currículo delictivo previo y unas hechuras que de entrada habría que ponerle una orden de alejamiento permanente de la civilización.

No pocas veces estos degenerados morales, que es lo que son en realidad, concurren al reparto del botín, con la anuencia de algún preboste con uniforme, que en este caso ha dejado a la benemérita y sus compliances con las nalgas al viento, y a su amante en mal lugar.

Tito Berni, le ha hecho un traje, tanto al gobierno canario como a la dirección del grupo socialista en el congreso, que en el mejor de los casos, andaban en babia y cuyos controles, los más elementales, de existir, han sido burlados burdamente.

Pero todo lo anterior, aunque doloroso, no es nuevo.  Ya había llovido este mangoneo antes, la sorpresa es el mercado persa en el que se ha convertido el Congreso de los Diputados, y no solo es Vox, con sus broncas y su última ocurrencia tan irrespetuosa como inútil. 

Al Tito Berni, solo le ha faltado llevar de business visit y alardeo por salones, hemiciclo y el resto del casón de la Carrera de San Jerónimo; a la tuna de derecho, las majoret de Reus y montarse un photocall con Tamara Falco y su churri. 

Y de todo este trajín tampoco nadie se percató. La presidenta y la mesa del Congreso de los Diputados les ha dado las llaves a estos granujas, que veremos si no han arramplado con algún sillón, lámpara o cuadro. Habrá que hacer inventario, fijo.

Más indecorosos y vulgares, que "Tito" Bernie,  su eterna cerveza y Homer Simpson y sus amigotes en la Taberna de Moe´s.