La noticia es otra.

La “ruptura” de Ayuso con Vox en Madrid, ha desatado la euforia entre los pandilleros de la prensa sumisa y corrosiva. 

Algunos tratan a este nuevo esperpento, más propio de una regañina ente vecinas de corrala, como un golpe maestro, lleno de sagacidad y sabiduria. El papanatismo no tiene limites en estos tiempos donde la verdad esta en paradero desconocido, en busca y captura, pero lo cierto es que Vox ha torpeado todo lo que ha podido tanto en el ayuntamiento del cada vez más pequeño alcalde, y no hablo de tallas ni centímetros y en el loquero de la Puerta del Sol. 

Así que más blanco y en botella imposible; “me habéis tocado las narices unas cuantas veces, ya no tengo que veros más en el careto en la asamblea, hoy se cierra y me quedan dos meses para las elecciones”. 

Así que:

Hasta luego Mari Carmen (Monasterio).

La noticia hoy en Madrid, no es esa, por mucho que se empeñe la prensa pesebrera, sino la declaración, después de tres años de espera, de varios responsables vinculados al protocolo que fulminó las esperanzas y la poca vida que les quedaba a más de siete mil ancianos en esta nuestra comunidad, durante la terrible pandemia. 

Les negaron la ayuda medica más básica y les dejaron morir en el abandono y solos, salvo si tenias seguro privado de salud, en ese caso la salvación era posible. 

Las noticias de incidencias, malos tratos, comidas repugnantes en las residencias de mayores, casi todos los casos son públicas, demuestran que los protocolos asesinos no fueron una torpeza ni una debilidad coyuntural, sino forman parte del abandono presupuestario y humano de unas personas que al parecer ya no cuentan para esta clase dirigente que apesta.

Por ultimo:

¿Se puede ser más impresentable e infantil que el presidente de Castilla León?

No solo no se ha disculpado, si no que ha logrado ofendernos a todos al tratarnos como si fueramos como él, haciéndonos creer que el asqueroso gesto es un perturbador tic involuntario.

Padecer cretinismo no es excusa.