Theme Layout

[Leftsidebar]

Boxed or Wide or Framed

[Wide]

Theme Translation

Display Featured Slider

Featured Slider Styles

[Fullwidth]

Display Trending Posts

Display Instagram Footer

Dark or Light Style

EL MILAGRO DE VIVIR SIN BENEFICIOS


EL MILAGRO DE VIVIR SIN BENEFICIOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquel tipo y su pequeño despacho eran la viva imagen de la improvisación y el desorden.

 

Allí estaba yo para oír de sus labios como y porque necesitaba 150.000 euros en un préstamo a 15 años.

 

La empresa de transportes de la que era propietario, contaba, vía leasing, con una flota de seis relucientes camiones, una enorme nave industrial, convenientemente hipotecada, para el trasiego y almacenamiento temporal de las mercancías y un volumen de negocio que tenia extenuados a los ocho empleados de la empresa y a su peculiar dueño.

 

Los volúmenes de facturación se apresuraban a batir records cada trimestre; el crecimiento del negocio parecía no tener fin.

 

Mi conclusión, después de menos de una hora de conversación y de echarle un vistazo a un maltrecho y manoseado documento, que decía ser un balance y una cuenta de resultados, es que aquel hombre y su empresa, cuanto más facturaban más perdían.

 

El tipo en cuestión, era un firme candidato a la quiebra, esa fue mi conclusión.

 

Tan solo unos meses, quizás un año, después me enteré que el desastre se había consumado. Sus acreedores, un par de bancos, una caja de ahorros y la Comunidad Autónoma, no vieron el enorme agujero bajo los pies de aquel tipo y ahora se habían transmutado en alimañas mordiendo ferozmente las escasas pertenencias y haberes de aquel hombre.

 

Par vivir con perdidas, solo se necesita una cosa, que alguien te vaya poniendo dinero en la mano.

 

En las protestas de agricultores y ganaderos, se escucha como uno de sus más socorridos argumentos; que venden sus productos con perdidas. Si entendemos este mensaje del campo en su literalidad, nos encontraríamos con la misma situación que aquel empresario del trasporte: a mayor cantidad de leche vendida o de grano recogido, más ruina.

 

¿es esto posible?

 

La efímera y ramplona rentabilidad, que no es lo mismo que vivir sin beneficios, parece un argumento más que suficiente para salir a protestar, máxime, cuando en algunas de estas explotaciones la jornada laboral no tiene horas ni el año días libres.

 

Dicho lo anterior, lo que no es aceptable, es que no se cumpla le ley vigente, y parece que nadie se ocupe, con el debido celo, de su cumplimiento, en especial el punto de: la venta por debajo de los costes de producción. 

Por otro lado, la competencia con productos, cuyo origen son terceros países, debería ajustarse, en todo caso, a las normas sanitarias y de todo tipo, que existen y están reguladas en la Unión Europea, lo contrario, que según parece es lo que está ocurriendo, es pegarse tiros en el pie.

 

Pero aquí surgen algunas dudas: ¿no pasa los mismo con el textil, el calzado y otros muchos productos?

 

¿Los fabricantes asiáticos de prendas textiles, tiene la misma regulación labora sanitaria, etc., que las empresas europeas?

 

En esto como en otras muchas cosas, para evitar furibundos populismos y Manoline’s que nada arreglan, hace falta poner las cartas sobre la mesa y encontrar cauces adecuados, porque si el sector económico que más dinero público recibe en Europa esta en pie de guerra con estos argumentos, es que algo o todo se esta haciendo mal.

 

P.D. El maligno puede empujar a algunos a preguntarse en voz alta:  ¿Cuánto vale uno de estos súper-tractores que salen a protestar?. Y a otros: ¿saben los manifestantes cual es el contenido de la agenda 2030, que algunos de ellos rechazan?. 

 

Pero eso tampoco ayudaría en nada ni a nadie.

Muy de tu rollo

No hay comentarios

Publicar un comentario

Síguenos en @haspanius